“Un bello refugio protegido contra el ser humano”

Entre Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo se encuentra el Parque Nacional de los Volcanes, y en su interior, cubierto de amplios bosques de bambú y escondidos del hombre, los maravillosos y únicos gorilas de montaña.

El parque fue creado en 1925 como una pequeña área delimitada y destinado a proteger a los gorilas de los cazadores furtivos. Fue el primer parque nacional que se creó en Äfrica de la mano de la  famosa zoóloga Dian Fossey. Cuatro años más tarde los límites del parque se ampliaron en Ruanda y en el Congo Belga, para formar el Parque Nacional Albert, una enorme área de más de 8.000 kilómetros cuadrados a cargo de las autoridades coloniales belgas que por entonces gobernaban ambas colonias africanas. ​

El gorila de montaña (Gorilla beringei beringei) es una de las dos subespecies de gorila oriental, de los que tan sólo quedan dos poblaciones en libertad en territorio africano, que se encuentra en las montañas Virunga, en África Central. Estos hermosos animales son muy difíciles de ver ya que están distribuidos en tres grandes reservas: Parque Nacional de los Gorilas Mgahninga en Uganda,  Parque Nacional de los Volcanes, en Ruanda, y el Parque Nacional Virunga, al este de la República Nacional del Congo, antiguo Zaire. La otra subespecie de gorilas se halla en la selva de Bwindi, en Uganda.

Hay que decir que su población no es abundante ya que tan solo quedan menos de 900 individuos en estado salvaje. Un censo de 2003 confirmó que desde 1989 se había incrementado esta subespecie en un 17%, observándose un total de 380 gorilas en 30 grupos sociales en las Montañas Virunga, y unos 320 más en Bwindi. Sin embargo, esas cifras siguen evidenciando que el gorila de montaña está en la Lista Roja de la UICN de especies en peligro. Por desgracia hay que decir que este gorila está abocado a la extinción en estado salvaje debido a su pérdida de hábitat, a la caza ilegal, a los contagios de enfermedades humanas y a las guerras que frecuentemente hay en esta zona de África.

 Como curiosidad para los que no lo sepan, decir que el gorila de montaña tiene el pelo más largo y oscuro que el resto de los gorilas, lo que le permite vivir en altitud y habitar en las áreas donde la temperatura puede descender por debajo los cero grados. Se ha adaptado a la vida en el suelo mejor que otras especies de primates (no humanos) y de hecho sus pies se asemejan bastante a los nuestros. Además, cada gorila se suele identificar fácilmente por los rasgos nasales propios de cada individuo.

El gorila de montaña, como todos los gorilas, presenta un marcado dimorfismo sexual. Los machos son más altos y suelen pesar el doble que las hembras, además, los machos adultos presentan una marcada cresta ósea cefálica en lo alto del cráneo, denominada cresta sagital, y en lo que confiere a sus cabezas una morfología más cónica. Estas crestas son un buen amarre para los músculos maxilares de sus quijadas y se presentan también en hembras adultas, pero en ellas son mucho menos pronunciadas.

Los machos adultos además se caracterizan por un lomo plateado cuando llegan a la madurez sexual. Este pelo de su lomo, es más corto que en el resto de las partes del cuerpo donde, especialmente en sus brazos, el pelo llega a ser mucho más largo. Estos machos pueden llegar a medir entre 1,5 y 1,8 metros de alto con una envergadura de brazos de poco más de 2 metros y pesan entre 204 y 227 kg.

El gorila de montaña es básicamente terrestre y cuadrúpedo, aunque puede trepar a los árboles para conseguir fruta si las ramas no son muy altas y es capaz de caminar erguido unos 6 metros. Como todos los antropomorfos distintos a los humanos, sus brazos son más largos que sus patas, pueden moverse apoyándose en los nudillos, como el chimpancé común, haciendo que todo su peso recaiga sobre sus dedos curvados más que sobre las palmas.

Se trata de un animal diurno, activo sobre todo a primeras horas de la mañana y hasta llegar la media tarde, ya que casi todo este tiempo se lo pasa comiendo cantidades ingentes de hojas, tallos, brotes, flores y frutos para mantener su gran porte. Cada gorila fabrica una especie de nido hecho de hierbas, donde tan sólo las crías duermen con su madre, y salvo que haga mucho frío y humedad estos preciosos animales abandonan el nido para reanudar su actividad diaria a las 6 de la mañana.

Como ya se ha mencionado al principio, el gorila de montaña mora en las selvas nebulosas, ya sea en las montañas de la falla de Albertine, o en las montañas volcánicas de Virunga, entre los 2.200 y 4.200 metros de altitud. Casi todos se resguardan entre los árboles de la ladera de los volcanes inactivos Karisimbi, Mikeno y Visoke, donde la vegetación es muy densa pero se vuelve más rala con la altitud, ya que por lo general aquí los días acostumbran a ser bastante nebulosos, brumosos y fríos.

 Un gorila recién nacido llega a pesar alrededor de 1,8 kg y pasa la mayor parte de sus primeros días pegado a su madre. Comienza a andar y a meterse hojas en la boca a partir de los cuatro o seis meses, y a los ocho ya puede tomar comida sólida.​ El destete ocurre a los tres años, pero la cría sigue con la madre algunos años más. Los machos con el lomo negro son inmaduros hasta que a los ochos años les comienzan a salir unos largos caninos y su espalda comienza a aclararse. En cuanto a las hembras decir que comienzan a ovular a los siete u ocho años, y tienen su primera infancia entre los diez y doce años. Los machos, generalmente no se reproducen antes de los quince años.

Este gorila de montaña carece de períodos de apareamiento y es la hembra la que normalmente lo inicia. La duración de la gestación es de ocho meses y medio y suele ser de una única cría, apareciendo rara vez gemelos, Las hembras suelen criar una cría cada seis u ocho años, llegando a criar de dos a seis crías en los cuarenta años que suelen vivir. Los machos forman harenes de unas tres o cuatro hembras y llegan a tener de diez a veinte hijos con ellas.

 Como todos los antropomorfos, salvo el orangután, es un animal muy social. Lo más normal es que creen grupos de machos y hembras adultos muy estables y cohesionados que acostumbran a  mantenerse unidos durante mucho tiempo. Casi siempre, como ocurre con el chimpancé, las hembras no están emparentadas y al llegar a la madurez sexual, muchas salen del grupo para unirse a otros. Estos grupos no son territoriales por lo que el macho de lomo plateado se encarga más de defender el grupo que a su propio territorio. La duración de un gorila como macho principal viene a ser de una media de 4,7 años en las Montañas de Virunga. ​

El gorila macho de lomo plateado dominante es el que generalmente determina los movimientos del grupo, llevándolos a sitios donde se puedan alimentar a lo largo de todo el año. Estos machos dominantes son asimismo el centro de atención durante el descanso, y los individuos jóvenes se quedan cerca de ellos y los incluyen en sus juegos. Si una madre fallece o abandona el grupo, el macho de lomo plateado se encarga habitualmente de la crianza de su hijo hasta que este pueda abandonar el grupo, e incluso le deja dormir en su nido.

Este macho suele ser el eje de la sociedad gorila y cuando  muere, ya sea por enfermedad, accidente, o los propios furtivos, el grupo se ve muy afectado. ​A no ser que deje un macho que lo releve, este grupo se deshace o se ve en la necesidad de encontrar otro macho que se encargue de él. Cuando un nuevo macho de lomo plateado llega al grupo como jefe, mata a todos los descendientes del anterior jefe ya que es una estrategia reproductiva para asegurar que todos los nuevos individuos sean descendientes del nuevo macho de lomo plateado. Este es también un comportamiento que se ha observado en otros primates como el chimpancé común.

Texto: Rafael Calvete Álvarez de Estrada

Fotos: Madelaine & Björn Norell y Eduardo Calvete & Gloria Orrego